Inés de Castro: La reina cadáver

En la historia de los reinos europeos, pocas figuras generan tanto misterio y fascinación como Inés de Castro. Esta mujer, conocida como la reina cadáver de Portugal, la cual terminó siendo coronada después de su muerte. Su historia ha inspirado a poetas, escritores, historiadores y amantes del esoterismo y lo trágico. En este artículo, exploraremos los detalles de su vida, su trágico destino y el impacto cultural de esta figura inmortal. Es la historia perfecta para quienes buscan curiosidades históricas, leyendas reales y relatos de amor y muerte.

¿Quién fue Inés de Castro?

Inés de Castro nació en Galicia (España) en 1325. Pertenecía a una familia noble gallega con conexiones en las cortes de Castilla y Portugal. En 1340 llegó a Portugal como dama de compañía de su prima la princesa Constanza Manuel, quien se casaría con el príncipe heredero, Pedro I de Portugal.

Pero las cosas no se dieron como los reyes esperaban. Pedro se enamoró profundamente de Inés, a pesar de estar casado con Constanza, su amor por Inés no se debilitó. Tras la muerte de Constanza en 1345, Pedro vivió abiertamente con Inés, desafiando la voluntad de su padre, el rey Alfonso IV.

Una relación que desafió a la corona

El amor entre Pedro e Inés no solo era polémico por cuestiones morales o religiosas, sino también por su impacto político. Los Castro, familia de Inés, eran poderosos y con fuertes vínculos con Castilla, lo que generaba desconfianza en la corte portuguesa. El rey Alfonso IV temía que esta relación afectara la estabilidad del reino, especialmente por la posibilidad de que los hijos de Pedro e Inés accedieran al trono.

A pesar de las presiones, Pedro insistió en mantener a Inés a su lado. Vivieron juntos en el Monasterio de Santa Clara-a-Velha en Coimbra, donde tuvieron varios hijos, entre ellos Juan, quien más tarde fundaría la Casa de Avis.

El asesinato de Inés

La situación se volvió insostenible para el rey Alfonso IV, quien finalmente ordenó el asesinato de Inés de Castro. En 1355, mientras Pedro estaba ausente, tres hombres (Pedro Coelho, Diego Lópes Pacheco y Álvaro Gonçalves) enviados por el rey mataron a Inés en el jardín del convento de Santa Clara. Se dice que Inés se rodeó de sus hijos en un intento de evitar su muerte, pero aún así fue asesinada en presencia de ellos.

Pedro, al regresar, quedó devastado. A partir de ese momento, juró vengar su muerte. Cuando su padre murió en 1357 y él ascendió al trono como Pedro I de Portugal, su primera acción fue capturar y ejecutar brutalmente a dos de los asesinos de Inés.

La coronación de la reina cadáver

Pedro declaró que se había casado en secreto con Inés antes de su asesinato, por lo que ella era, legalmente, la reina de Portugal. Pedro ordenó exhumar su cuerpo y la hizo sentar en el trono real con vestiduras de reina.

Se dice que los nobles fueron obligados a rendirle homenaje besando la mano del cadáver. Si bien algunos historiadores debaten la veracidad literal de este acto, está ampliamente documentado que Pedro mandó construir un impresionante mausoleo para Inés y que su reinado estuvo marcado por la devoción absoluta a su memoria.

La tumba de Inés de Castro: Símbolo de amor eterno

Inés fue sepultada con honores reales en el Monasterio de Alcobaça, al norte de Lisboa. Allí reposan los restos de Pedro e Inés, en dos sarcófagos enfrentados, de modo que según la leyenda “al resucitar el día del Juicio Final, puedan mirarse a los ojos”. Los sarcófagos son verdaderas obras de arte gótico, decorados con escenas de la vida de ambos y mensajes de eternidad. Hoy, son una de las atracciones turísticas más visitadas de Portugal.

Inés de Castro en la cultura popular

La historia de Inés de Castro ha inspirado innumerables obras literarias, musicales y teatrales. Entre ellas destacan:

  • “Nise lastimosa” y “Nise laureada” de Jerónimo Bermúdez (siglo XVI).
  • “Reinar después de morir”, obra teatral del Siglo de Oro español.
  • La ópera “Inês de Castro” de Thomas Simpson Cooke.
  • Referencias en novelas, películas y poemas contemporáneos que exploran el tema de la “Reina después de la muerte”.

Además, se ha convertido en un símbolo para quienes creen en el amor eterno y en la justicia póstuma.

Conclusión

La historia de Inés de Castro, la reina que fue coronada después de muerta, sigue siendo una de las más poderosas narrativas de amor, poder y venganza. No se trata solo de una leyenda trágica, sino de una historia real que ha sobrevivido a los siglos y que continúa cautivando a miles de personas.

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