Es importante saber aplicar correctamente las cremas faciales. Hacerlo adecuadamente permite que la crema humecte adecuadamente nuestra piel y nos ayuda a evitar la flacidez en el rostro, esto ya que cuando aplicamos en la dirección errónea la crema sobre nuestra cara, provocamos que con el tiempo la piel de nuestro rostro se vaya dañando, provocando así arrugas prematuras. De forma contraria, si aplicamos correctamente la crema conseguiremos retrasar los signos de la edad.

Esto no es una práctica de una noche, es un hábito que debe formarse y que nos traerá beneficios a largo plazo.

La forma adecuada de aplicar una crema sobre el rostro es la siguiente:

Frente: Hacia afuera y hacia arriba.

Nariz: Hacia arriba sobre el tabique y hacia afuera en las alas de la nariz.

Mejillas: Hacia arriba y hacia afuera.

Mandíbula: Hacia arriba y hacia afuera.

Cuello: De la clavícula hacia el mentón en forma ascendente.

Debemos cuidar la zona de los ojos y alrededor de los labios, ya que requieren un cuidado más especial porque la piel en esas zonas es más delicada por ser más delgada que el resto de nuestra piel.

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