San Expedito tiene una historia marcada por el martirio, que tuvo lugar durante una persecución contra los cristianos que hoy celebran su figura.

Se cree que San Expedito vivió en el siglo IV en Armenia. El nombre “Expedito” deriva de la palabra latina “expeditus”, que significa “rápido” o “sin demora” y su nombre se asocia con la prontitud en la toma de decisiones.

Actualmente San Expedito no figura martirologio romano, ya que el Papa Pío X decidió retirarlo en 1906 debido a diversos cuestionamientos sobre su existencia. A pesar de no ser considerado un santo oficial de la iglesia católica, es reconocido por varias comunidades de fieles católicos que lo celebran cada año el 19 de abril.

En cuanto a su historia se considera que era un comandante de la Legión XII romana, la cual estaba formada en su mayoría por soldados cristianos. San Expedito sentía en su corazón que Dios lo llamaba, aunque no terminaba de comprender del todo lo que ocurría con los soldados recién convertidos al cristianismo luego de que los soldados romanos decidieron actuar como los cristianos elevando sus manos al cielo para pedirle ayuda a Dios en el campo de batalla.

Se cree que en el momento de su conversión se le apareció un cuervo, el cual lo seducía a no convertirse al cristianismo al grito de «cras cras cras», que en latín significa ‘mañana’. Expedito respondió: «¡Hodie hodie hodie!», que significa ‘¡hoy!’ y luego aplastó al cuervo con el pie izquierdo.

Hoy día se le considera patrono de las causas urgentes y de las causas legales demasiado prolongadas, abogado de las causas imposibles, protector de los militares, los estudiantes, los jóvenes y los viajeros.

Oración a San Expedito:

Mi San Expedito

de las causas urgentes e inmediatas,

acompáñanos e intercede por nosotros

en esta hora de aflicción.

Mi san Expedito, santo mártir de Cristo,

que soportaste los dolores

y entregaste tu vida por la fe,

tú, el santo, fuerza de los afligidos,

protégenos y danos serenidad.

Defiende nuestra esperanza.

¡Atiende a nuestro pedido!

(en silencio se hace la petición).

Mi san Expedito,

ayúdanos a superar estas horas difíciles

con profunda fe y confianza en Dios.

Atiende a nuestro pedido con urgencia.

Que María, reina de los mártires,

contigo nos obtenga la paz y la tranquilidad.

Mi San Expedito,

estaremos agradecidos por el resto de la vida

y propagaremos con tu nombre la Buena Noticia de Jesús. Amén.

(Rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria)

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