Mezclar aceites esenciales es una habilidad que requiere práctica. Una buena forma de comenzar es sostener los frascos de los aromas que desees combinar cerca de tu nariz para detectar la fragancia que resulta de ambos.

Las esencias son clasificadas como “notas” y las puedes encontrar de la siguiente manera:

• Notas altas: Son ligeros, frescos, de acción rápida y tienden a evaporarse rápido. Suele ser el primer aroma que hueles en una mezcla.
• Notas medias: Ayuda a balancear la mezcla. Es posible que no la detectes de inmediato, pero puede hacerse evidente después de unos minutos.
• Notas base: Son muy fuertes y pesadas. Ayudan a afianzar la mezcla.

    Algunos ejemplos son: 

• Notas altas: Bergamota, limón, pomelo, naranja, geranio, menta, eucalipto.
• Notas medias: Lavanda, rosa, mandarina, ciprés, corteza de canela.
• Notas base: Pachulí, cedro, sándalo, jengibre.

    Además de estas categorías puedes encontrarlas también por familias: Chipre, cítrica, amaderada, floral, oriental, fougère, y gourmand.
Puedes realizar tus mezclas en botellas con rodillo (roller bottles), y usarlos como perfume o tratamiento de aromaterapia y personalizarlos con un detalle alusivo a los aromas que usaste. Para comenzar, te presento algunas mezclas que podrían agradarte: 

1. Pachulí y bergamota.
2. Geranio, ylang ylang y lavanda.
3. Incienso, jazmín y naranja.
4. Cedro, lavanda y mandarina.

No olvides usar un aceite portador, que ayudará a suspender y diluir tu aceite esencial. Pueden ser: aceite de coco, aceite de semilla de uva, aceite de almendras dulces y aceite de jojoba. 

Puedes mezclar 9 ml. de aceite portador con 5 ml. de aceite esencial (10 gotas) en un roller bottle de 10 ml.

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