La comunicación es una de las bases que mantiene unida a cualquier relación. El mayor problema no es que existan conflictos sino que la comunicación se rompa.

Mejorar nuestra forma de comunicar las cosas ayudará a que se comprenda mejor aquello que tratamos de transmitir. Ser claro y respetuoso es algo muy apreciado, pero no siempre es sencillo de conseguir, sin embargo, trabajar en ello será un gran apoyo para mantener tus relaciones sanas.

La falta de asertividad puede generar lo siguiente:

• Relaciones desequilibradas y abusivas: La reciprocidad y el equilibrio entre ambas partes es fundamental para toda relación. Pero si existe comunicación pasiva o agresiva fácilmente se genera un desequilibrio.
• Conflictos sin resolver: Los conflictos están presentes en cualquier relación humana y es justamente la asertividad la que permite tratarlos, analizarlos y resolverlos. Si esto no ocurre a la larga surgen recriminaciones y estallidos de ira. 
• Insatisfacción: Generalmente esperamos que los otros adivinen cómo nos sentimos y qué deseamos, sin embargo, lo ideal es expresar cuando algo nos molesta, si nos daña un comentario o si creemos que la otra parte está descuidando la relación. De no hacerlo la insatisfacción termina intensificándose con el pasar del tiempo.
• Fin de la amistad: La falta de asertividad puede terminar incluso con las relaciones más duraderas. Cuando nos sentimos irrespetados, abusados o ignorados es fácil cortar lazos con las personas de nuestro entorno y tomar la decisión de cortar la relación.

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